
La Luna me está mirando y acariciándome el pelo y yo le he dicho que el Cielo puede quedarse esperando. La Luna me está sintiendo bajo su octava costilla y con su luz amarilla la luna me está diciendo: “Yo sé que te están condenando, te están condenando, te están condenando. Porqué las cosas, niño, que tu dices, las dices cantando las dices cantando. Y si cantando las digo las oye la luna llena. Y si por eso hay condena yo no le temo al castigo. La condena de los besos largos en las plazas de las catedrales adonde el vino sabe amargo y amarga amores inmortales. Inmortales condenas de encargo besos largos en nuestros portales. Qué me condenen si es “pa” algo y muera por los Carnavales. Carnavales de los besos largos. Carnavales, mortales condenas. Carnavales, risas por encargo Y por encargo, besos en nuestros portales...La libertad está “pa” algo. La Libertad...¡Los Carnavales!